Las cicatrices aparecen cuando una herida es reparada por tejido conectivo mediante el crecimiento de fibroblastos, es el equivalente a un parche orgánico. Ahora cuando este “parche” crece exageradamente sobre la lesión tendremos un queloide, es decir una cicatriz resaltada y notoria.
Las cicatrices, cuando son visibles dejan en evidencia la vivencia de tener una vulnerabilidad en esa “zona.” Esa vulnerabilidad es como cuando pones la “tierra debajo de la alfombra.” Ese tema que causó la lesión en un primer momento sigue teniendo peso emocional, tiene algún efecto aún, sigue causándote la sensación de vulnerabilidad.
Sin embargo, la presencia del tejido conectivo nos dice que encontraste maneras de “bypasear” esa vulnerabilidad o su impacto emocional, al menos, mas el tema de base no ha quedado resuelto en su totalidad, lo que encontraste es una alternativa. Cuando resuelvas el problema de base la cicatriz tenderá a disolverse hasta desaparecer.
En el caso de los queloides, es como si, subrayaras la importancia emocional de la lesión, es la vivencia de un estigma. Le dices al mundo mira por lo que he pasado y sobreviví, ¡lo pude superar! Tiene algo que ver con el orgullo de haber podido salir de esa situación. El tema es que aún validas que “eso” que lo originó sigue vigente, tan vigente que ahora hasta lo recuerdas con pena y pesar o incluso con orgullo.
Para Bio-Decodificar: es necesario sumar las preguntas correspondientes al órgano o miembro lesionado para contextualizar y profundizar en el dignificado de la cicatriz o queloide en cuestión.
- ¿Qué me pasó?
- ¿Cómo me siento con respecto a la situación original?
- ¿Qué hago diferente ahora y cómo me siento al respecto?
- ¿Necesito cambiar algo más?
- ¿Qué me molesta aún?
- ¿Qué siento / creo que no soy capaz de cambiar / resolver?
- Si enfrento de nuevo esa situación ¿Cuál sería mi forma ideal de resolverlo? ¿Qué me impide dar esa respuesta ahora?
