El Corazón es la gran bomba, el motor, el gran proveedor del cuerpo, él lo da todo, casi de manera literal, pues tan sólo usa para su trabajo un 4% de la sangre que bombea. Por eso, cuando estás enamorado das y eres nutritivo para ese ser especial y significativo para ti y por ello te ocupas de su bienestar. Pero, lo más nutritivo para un corazón es sentirse amado, eso lo excita y estimula, lo nutre para dar cada vez más. ¡Así es el amor cardíaco! (es cuando el corazón está energizado) En cambio, cuando se bloquea lo que manifiesta es un amor condicionado y por interés, podemos decir que es un amor hipotalámico, es un “amor” racionalizado. (No es amor real, es otra cosa, es subsistencia, placer, goce o interés, más no es Amor).
El corazón no necesita ni entiende razones, el siente y corresponde, nutre y cuida. Tu corazón al primero que nutre es a ti, si no te amas a ti, amar al otro será un sobre esfuerzo y un desgaste. Por otro lado, la sangre simboliza la vida. La sangre es el sustento material de la vida y expresión de la individualidad, es por eso que basta una gota de sangre para hacer un diagnóstico completo.
Para poder Bio-Decodificar, es decir, para entendernos y sanar debemos respondernos a satisfacción las siguientes preguntas. Recuerda que a ti no te puedes mentir y menos si quieres sanar.
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¿Me amo?
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¿Estoy comprometido conmigo?
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¿Cómo amo? ¿Condicional o incondicionalmente?
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¿Mi forma de amar es nutritiva para el otro? Y ¿Para mí?
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¿Qué hace que mi corazón se encalle momentáneamente, que lo detiene?
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¿Qué desboca a mi corazón y mis sentires?
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¿Cuándo mi corazón me salta de alegría, de susto o me sale del pecho?
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¿Cuándo lo noto en la garganta y por qué?
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¿Cuándo pasan qué cosas se me oprime el corazón en el pecho?
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¿Yo trato de entender o justificar mi amor? ¿Para qué?
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¿Vivo y amo con todo el corazón o sólo con la mitad?
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¿Le pongo corazón a lo que hago?
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¿Qué me apasiona?