Eric Berne, cuando habla de la economía de las caricias, dice que todos necesitamos un mínimo de caricias para sobrevivir, entendiendo por caricias todo tipo de forma de contacto. Es por ello que la enfermedad simplemente es una forma de llamar u obtener una cuota de atención específica que de otra manera resulta imposible conseguir.
La enfermedad no siempre promueve atención y contacto, sino que, muchas veces lo que se logra es justamente poner ese límite o distanciamiento ante realidades difíciles de manejar o situaciones de alto contenido emocional a las cuales no se les quiere afrontar.
Por otro lado, hay personas a quienes les resulta difícil y en ocasiones imposible plantearse que alguien opte, incluso a nivel inconsciente, por padecer algo como cáncer o enfermedades por el estilo ya que las mismas acarrean una cuota muy alta de sufrimiento. A veces, justamente esa ¡es la ganancia! Sufrir. Ya que la persona hará válida para sí la opción de ser castigado como forma de pagar las culpas que debe expiar y esa es la mejor manera para hacerlo… de eso dependerá a su vez que sobreviva o no a la experiencia.